Plancha dicatada en hebreo por el autor
Doctísimo Maestro del Capítulo Rosacruz, Grado 18, "Igualdad 3", Tel Aviv,
en Tenida Conjunta de las Logias de Perfección
del Rito Escocés Antiguo y Aceptado de Israel,
Unión Fraternal 10 de Tel Aviv (español)
Ramat Gan de Ramat Gan (hebreo)
Dan de Tel Aviv (hebreo)
14.12.98

En el Libro de los Macabeos, que quedó fuera de los textos de la Biblia (Apócrifo), se describe la lucha por la independencia de Judea, desde el comienzo de la revuelta de los Hashmoneos hasta la muerte de Simón el Macabeo. En el primer capítulo, se relata un resumen de las persecusiones de Antiochus Epifanes y en los 14 capítulos restantes se detallan los actos de heroismo de Matityahu y sus cinco hijos Macabeos que, finalmente, liberaron al Reino de Judea del yugo del conquistador. Cabe recalcar que este libro es considerado por los peritos como una joya literaria que, no sólo resalta en detalle el heroismo de los Macabeos, sino que, también, subraya su inteligencia política. Eventualmente es por ello que la obra original escrita en hebreo se perdió y sólo quedó la versión en su traducción al griego realizada por la judería de Alejandría, uno de los centros culturales judíos más importantes de la época. La continuación del libro, mencionada en el propio texto como "Historia de Yochanán Horcanos", no ha sido encontrada, ni la versión hebrea ni la griega.

100 años después de Ezra y Nehemías, el gobierno de Judea cambió. Alejandro Magno, al conquistar el Imperio Persa, se convirtió en el dueño de Palestina. Siendo un seguidor de Aristóteles, era un libre pensador para su época con ideas liberales y de tolerancia mostrando una relación condescendente hacia los judíos. Cuando fundó la ciudad de Alejandría en Egipto en 332 AC, invitó a los judíos a habitarla. Muchos habitantes judíos de Judea se trasladaron a Alejandría, a Siria, al Asia Menor (hoy Turquía). En menor cantidad, a Cártago, Abisinia, Marruecos, Arabia y España. En realidad, la diáspora judía comenzó entonces y no, como es comunmente mencionado, en el año 70 DC con la expulsión y destierro realizada por los romanos después de caer en sus manos Jerusalem y la destrucción del Templo del Rey Salomón en su segunda versión.

Un fenómeno interesante de esa época que es meritorio destacar, es el hecho que muchos gentiles se convirtieron al judaismo.Es probable que la base de este fenómeno se encuentra en las concepciones culturales predominantes de la época como son los principos de libertad, igualdad, democracia y ayuda al prójimo. (Principios muy conocidos por nosotros Masones). Estos eran muy atractivos a los hombres de la época educados en los principios romanos y griegos opuestos, esclavitud y desigualdad de clases. Paradojalmente notamos que, mientras gentiles se convertían al judaismo, judios lo abandonaban asimilándose a la cultura griega. Hablaban griego, se vestían como griegos, copiaron nombres griegos, olvidaron el hebreo y el arameo.Seguramente por esta última circunstancia fué necesario traducir la Biblia al griego (Septuaginta). Con la misma evaluación que letrados y rabinos judíos citaban en sus escritos a prominentes rabinos como Rashi y otros, Filón de Alejandría, citaba a los filósofos y poetas griegos clásicos.

La principal amenaza al judaismo y su continuidad se encontraba dentro de las capas elitistas de la sociedad de Judea que ocupaban puestos de poder en el gobierno que se fortaleció mucho en el siglo 2 AC, durante la dirección de la Dinastía Seleucida. Judios, por ambiciones personales de poder, estaban dispuestos a representar al poder central y exigir de sus compatriotas que abandonen el judaismo asimilándose a la cultura griega. Por ejemplo, el Sumo Sacerdote Jasón, en el año 176 AC, para congraciarse con Antiochus Epifanes, construyó en Jerusalem cerca del Templo, un Estadio que, con el tiempo, se convirtió en una arena en la cual se efectuaban las luchas de gladiadores, primera profesión esta del notable Rabino Tanaita, cometarista del Talmud, Reish Lakish, gentil convertido al judaismo.

La mayoría de los habitantes de Judea, que vivian en pueblos y aldeas agrícolas, no se alejaron del judaismo. Quizás, porque no tuvieron fácil acceso a la cultura griega. Es un hecho histórico que fueron celosos cuidadores de la Tradición, Ordenanzas y Fé Mosaicas dictadas por el Ser Supremo y se mofaban de la aristocracia que renegaba al Judaismo. Esta verdadera guerra cultural y religiosa fué de las más duras y difíciles de la historia del Pueblo Judío.

Antiochus Epifanes, Emperador Seleucida que gobernaba desde Antioquía, cuando visitó Jerusalem la saqueó y deshonró su Templo. Al volver de su campaña militar ordenó a los judios de su Reino abandonar la religión judía, suspender los Sacrificios Rituales que según la Ley Mosaica se realizaban en en el Templo en Jersualem para honrar al Dios Unico, comer cerdo, no realizar la Circunsición a los recién nacidos, etc.

El 15 de Kislev de 168 AC, el Templo de Jersualem fué profanado ubicándose en su patio central, una estatua del Júpiter. La inmediata reacción de los judíos de la época fué sacrificarse hasta la muerte por la Santidad y Cuidado del Todopoderoso. Un lindo ejemplo es la historia de Hana y sus siete hijos que prefirieron la muerte antes de profanar, aun simuladamente, su religión.

La situación existente en la época es la que provocó la Revuelta de los Hashmoneos a cuya cabeza estaban Matityahu y sus cinco hijos, revuelta que comenzó en Modiín cuando Matityahu, no sólo no aceptó arrodiyarse ante la estatua de Zeus, sino que mató al Gobernador local.

Después de un cotro tiempo, traspasó Matityahu el mando a su hijo Yehuda que era nombrado el Macabeo, quien, poco a poco dirigió a su pueblo a la victoria final en la batalla de Emeus, liberando a Judea del yugo griego opresor.

Después de la victoria, al llegar a Jersualem, encontraron el Templo profanado. Destruyeron todos los ídolos que estaban ubicados en sus patios, lo limpiaron y asearon y el 25 de Kislev de 165 AC, fué nuevamente santificado al encenderse las luminarias del Santo Candelabro. Es conocido el relato talmúdico que, por milagro, el tarrito de aceite de oliva purificado que encontraron y que servía para iluminar sólo un dia el Candelabro, duró ocho. Para conmemorar este hecho fué declarado ese como el Día de Hanukah, la Fiesta de las Luminarias,prendiéndose en recuerdo, velas durante ocho dias para destacar el triunfo del Pueblo Judío y su liberación del yugo opresor.

Hanukah simboliza el triunfo espiritual del Pueblo Judío que se scrificó hasta la muerte para no abandonar su religión. La Fiesta de Purim, en cambio, que se conmemora en el mes de Adar, simboliza la liberación frl extermino físico, ya que Hamán, el Opresor, no sólo pretendió la eliminación del judaismo, sino también las eteminación físico de los judios.

Ahora permitidme expresar algunos aspectos masónicos relativos.

Como ya mencionamos anteriormente, los principios aristotélicos que, en cierto modo son también judaicos, de libertad, igualdad, democracia y ayuda al prójimo, tuvieron gran influencia en la época de Alejandro el Grande y siguen influyendo hasta hoysiendo fundamentales en el pensamiento masónico.

Los Macabeos en la laiteratura son nombrados como los Hijos de la Luz que trinfaron, con su heroismo, físico y espiritual, sobre los Hijos de la Oscuridad, imponiendo sus principios morales. También nosotros los Masones, nos vemos como los Hijos de la Luz que contamos con la Luz Masónica que, en realidad equivale a nuestros Principios Morales y su sistema de esnseñanza, Principos por intermedio del cuales con nuestro compartamiento correspondiente tratamos de influir en la sociedad en que vivimos.