El
libro del ex-Gran Maestro de la Gran Logia de Venezuela (1959-1961), Fermín
Vale Amesti, « Le Retour d’Hénoch ou la Maçonnerie qui revient… »,
está dirigido esencialmente a los Francmasones que presienten – es decir, que
saben en su Corazón – que la Francmasonería es una Escuela de Misterios que
tiene un propósito doble : a la vez espiritual y social.
¿Social ?
Los Francmasones comprenden – o creen comprender – de lo que esto se
trata.
¿Espiritual ? Ya
las cosas no son tan sencillas…Algunos, victimas de sus propias confusiones,
intentan – en vano - confundirla con una religión…Otros reducen su
contenido a asuntos psicológicos, políticos o filosóficos… Lamentablemente
muy a menudo, los masones que no « ven » la vocación espiritual de
la Francmasonería prefieren negarla, en lugar de admitir que las limitaciones
de su visión.
Sin
embargo, en 1886, la Providencia envió
a Occidente un Ser - René Guénon, celebrándose en este mes de Enero el 56mo
aniversario de su nacimiento. Su
función espiritual consistió justamente en explicar nuevamente a los
Occidentales lo que era la Iniciación verdadera. Para hacerlo, en la medida en
que eso es posible, él trató de utilizar términos racionales – ya que éste
es el modo dominante de comprensión del mundo que utiliza el Occidental - , o más
bien, términos supra-racionales.
El
conocimiento que él transmitió no ha sido siempre bien comprendido;
ciertamente, no es fácil asimilarlo. Sin embargo, cuando de Tradición se trata,
es al individuo a quien le toca hacer el esfuerzo para elevarse hacia el
Conocimiento en toda su complejidad, y no al Conocimiento de simplificarse y
esquematizarse – y consecuentemente de traicionarse a si mismo – para
hacerse accesible al individuo. ¿Pero quién acepta eso en la época nuestra de
la “comida rápida”, y en particular de la “comida rápida” espiritual ?
Muchas
veces la enseñanza Tradicional transmitida por René Guénon ha incomodado a
los dirigentes de las organizaciones espirituales que él deseaba ayudar; en la
mayoría de los casos han preferido condenarlo, y después, declararlo “pasado
de moda”. ¡Como si la grandes
verdades eternas pudiesen estar un día “de moda” y otro día “pasadas de
moda”! Indudablemente que su formulación evoluciona con la evolución del
lenguaje, pero en esencia, ellas son por supuesto ne
varietur…
A
pesar de todo, sobre las huellas de René Guénon, muchas almas « calificadas »
han respondido a la posibilidad cíclica de regeneración espiritual ofrecida
por el Maestro de Blois: ellas han estudiado las Tradiciones Orientales, para
después trabajar, en la medida de sus capacidades, en la regeneración de
diversas formas de la Tradición Occidental.
Los
europeos saben que es el caso en Francia, en Italia, en España, y en otras
partes de Europa. Pero también es el caso en Venezuela en particular, y en América
Latina en general. El libro de Fermín Vale Amesti, el « Maestro de
Caracas », lo testimonia. Tal como su nombre iniciático lo indica, esa
era la misión de Fermín Vale Amesti hacia la Francmasonería: Al Bannah (El
Masón), Nashar (Regenerar) ; Albanashar, el Regenerador de la Francmasonería.
Pionero de la difusión en Venezuela de las enseñanzas transmitidas por René
Guénon, Fermín Vale Amesti (1922-1999) tenía
un talento excepcional para la enseñanza de la Tradición. Fue amigo de los
principales esoteristas de su generación establecidos en Francia, España, Gran
Bretaña, y en otras partes del mundo.
Porque
si las Escuelas de Misterios transmiten la Iniciación, es necesario que sus
dirigentes sepan hacen descubrir a sus miembros el tesoro espiritual del cual
ellas son depositarias. Es lo que Fermín Vale Amesti ha tratado de hacer en el Retorno
de Henoch, sin pretender ni la infalibilidad ni la exclusividad: ha
desarrollado un cuerpo doctrinal adaptado a la Vía Masónica, e inspirado por
las enseñanzas transmitidas por René Guénon.
El
Retorno de Henoch, es el retorno del
Espíritu de la Masonería de Tradición, de la Verdadera Iniciación, la que
tiene la capacidad de llevar a las almas sedientas de Verdad, hacia la Luz,
hacia la reintegración en el Ser Interior, como una etapa en el Camino de
Liberación de todo estado condicionado. Es entonces cuando el masón se vuelve
realmente – y no solamente simbólicamente - « libre
y de buenas costumbres ».
El
Retorno de Henoch es también el
regreso, al seno de las ordenes iniciáticas, de las almas calificadas para
comprender y realizar su dimensión espiritual, y consecuentemente, el retorno
de almas que sabrán – en principio – como constituir una sociedad más
humana y más espiritual, cuando los tiempos habrán llegado.
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