INTRODUCCION
Los
AP:.M:. no saben leer ni escribir. Han crecido en la oscuridad caminando con
torpeza. Ignoran sus deberes con el Ser Supremo, con sus semejantes, y con ellos
mismos. Son Imperfectos. Pasionales.
Profanos. Vulgares. Toscos y Neófitos.
Por qué entonces se les ha abierto las puertas del Templo Sagrado? Por
qué entonces han sido iniciados y aceptados? Por
qué se les ha recibido con la mano extendida y el abrazo fraterno? Por qué se
les “enseña“ desde la Iniciación misma, tener actitud autocrítica,
discernir conceptos, observancia, silencio, duda, discreción, respeto,
tolerancia, fuerza, liturgia, y adentrarse en los misterios de los símbolos?
(ver De la Cierva, 1999; Hurtado Juárez, 2005; Mallén, 2002; Terrones Benítez
y León García, 2002).
¿Por
Qué? :
PORQUE
buscan encontrar la Luz que les señale el camino a la comprensión del Ser
Supremo, al entendimiento de la Naturaleza, a la conceptualizacion del Cosmos, y
la búsqueda de la Suprema Verdad.
PORQUE
son hombres libres, de buenas costumbres, mayores de edad y con solvencia moral.
PORQUE
llegan hasta la puerta de Occidente con humildad, convicción y voluntad propia.
PORQUE
han superado los obstáculos Rituales de su nacimiento, vida y muerte.
PORQUE
han llamado a la puerta del Templo, con la ayuda del Q:.H:. guía, y penetrado
en él desprovistos de valores materiales, joyas y pertenencias.
PORQUE
al llamar a las puertas del Templo han percibido que si llaman con orientación,…
ésta se les abrirá. Si piden con humildad,…se les concederá. Si buscan
virtud y honor,… lo encontrarán.
PORQUE
los aprendices son hombres de buena voluntad, son materia prima e instrumento
perfectible, y tienen el firme propósito de encontrar lo que buscan.
Dice Vega Mora (2007), “La única
manera de asegurar el éxito de la Masonería como sistema, pasa por el eterno y
necesario proceso de adaptación que se asegura con el constante ingreso de los
Aprendices. Los Aprendices son el flujo vital de la Masonería, por lo tanto ésta
debe valorarlos no sólo como fuerza
de propagación, sino como verdadero
capital cognoscente de la realidad”.
DESARROLLO
DEL TEMA
En el Grado de Aprendiz los Q:.H:. buscan
conducir sus pasos profanos para integrarse a ellos mismos en lo personal y en
lo grupal y, como principal insumo para iniciar el aprendizaje, alcanzar un
estado de armonía y tolerancia en el bien de la Humanidad.
El Secreto de los Aprendices lo saben inviolable por propia naturaleza,
porque como Aprendices apenas llegarán a adivinarlo, y para logarlo asistirán
a su instruida Madre Logia, tan
frecuentemente como sea posible, para observar, aprender y asimilar. Si
descubren esos secretos y comprenden esos misterios, no los cuminicarán a
ninguno de sus QQ:. HH:. AP:., mucho menos a los profanos que no han tenido el
privilegio de ingresar al Templo Sagrado. Pero sí estimularán que todos los
QQ:.HH:.AP:. avancen en busca de ese descubrimiento.
Solos, muy poco podrán lograr. Pero unidos e integrados en su Columna
del Norte podrán pulirse con sapiencia y fortalecer la presencia del Primer
Grado en su R:.L:.S:. El Secreto Masónico es el principio inviolable de su
propia naturaleza de Aprendiz. Pero cada quién tiene la prerrogativa virtuosa
de llegar al Secreto a su propio modo, teniendo la “mística”
como un insumo fundamental y el “horizonte
infinito” como el desafío
individual para encontrarlo y usarlo constructivamente. El Secreto hará felices
a ellos mismos, a sus Maestros que los orientan, conducen y enseñan, y a sus
semejantes. Pero deben entender por naturaleza que el Secreto Masónico No es
dogmático pero Si infalible, No es confesable pero Si verdadero, y esto elimina
sus primeras paradojas iniciáticas.
Están comprendiendo que la Masonería los ha invitado a trabajar, a
perseverar, y con las herramientas pertinentes a su Primer Grado AP:.M:. Este
Grado que ostentan se refiere antes
que nada a “su capacidad de aprender”,
siendo receptivos, mente abierta con una buena dosis de duda, anhelo de
progresar, y atentos a las enseñanzas de sus Maestros. En efecto, lo que refleja el estado de Aprendiz es el
despertar del potencial latente que se halla en cada uno con un vehemente deseo
de progresar, avanzar al futuro, superar obstáculos y limitaciones, y asimilar
todas las experiencias y enseñanzas que les llegan desde Oriente, desde
Occidente, desde Mediodía y aún desde Septentrión. Este estado de percepción
conciente es la primera condición para que como Aprendices puedan hacerse
Masones en el sentido verdadero de la palabra.
Pero también están comprendiendo que en este suelo fértil a la sabiduría,
no se les entregará el tesoro de la Verdad y la Virtud en bandeja de plata,
sino que cada quién se hará acreedor a ello si son estudiosos, hábiles, ecuánimes,
éticos y talentosos. Es decir, cuando puedan proyectar por si mismos que son
“verdaderos masones” en
pensamiento, palabra y obra. Los misterios se hallan ocultos en lo más profundo
del simbolismo de su Madre Logia y sólo buscando por detrás de la apariencia y
con el esfuerzo de hacerse verdaderos Masones, podrán encontrarlo. Los
QQ:.HH:.AP:. que quieran ser merecedores de esa Virtud, estudiarán, buscarán,
reflexionarán y lo hallarán. Porque han llegado a su
R:.L:.S:. para quedarse y comprender efectivamente el significado de los símbolos
y ceremonias que constituyen el “ritual
iniciático” de este Primer Grado y practicarlo
tanto en Logia como en la vida cotidiana de todos los días.
Los Símbolos son el lenguaje más antiguo de la humanidad, y están
aprendiendo que su trabajo, desgastando el Yo de la piedra interior en el día
con día, está cubierto de símbolos. Dice Contreras Seitz (2007) que esta
capacidad del simbolismo como lenguaje propio de la liturgia Masónica iniciática,
permite al AP:.M:. avanzar paulatinamente por muchos conocimientos graduales que
implicarán la internalización de un sistema de valores -moral y de
autoconocimiento- de gran riqueza y complejidad, que pretende estimular en el
recién iniciado el perfeccionamiento de su persona, para que por medio del
desgaste de la piedra bruta de la cantera individual, el AP:.M:. pueda incidir
en su familia, en la sociedad, y en su Madre Logia, a través de su ejemplo, de
sus virtudes humanísticas y laicas, y de sus cualidades personales, características
que deberán darle el sello distintivo que la Orden busca imprimir a todos los
AP:.M:.
Por lo tanto,
al iniciarse a la actitud autocrítica dilucidando conceptos, observando y
aprendiendo el ritual, valorando el silencio, estimulando la discreción,
fortaleciendo el respeto, la
tolerancia, la fuerza interior, identificándose con la liturgia, y adentrándose
en los misterios de los símbolos;
aprenderán que la ruta iniciática hacia consolidar su Primer
Grado de la Masonería, No es una metafísica, No es
una Revelación definitiva de una Verdad única, No es un dogma, sino que es un “Método”
anidado desde los tiempos inmemoriales en los más Augustos secretos de la
Masonería Universal.
CONCLUSION
Los Aprendices necesitan la enseñanza, la ayuda,
la luz, la guía y protección de nuestros QQ:.HH:. todos, Colegiados Aprendices,
Compañeros Masones y Maestros
Masones. Para comprender los misterios y adquirir los secretos que les permitan
completar su obra, pulir sus defectos y transformarse en una piedra útil que
sume para la construcción del Templo Virtuoso de los Francmasones. Los
Aprendices son pieza clave para levantar el monumental Edificio de la Ciencia,
la Intelectualidad y la Virtud,
cimentado por la Tolerancia que cobija a la Libertad, la Igualdad y la
Fraternidad de la filosofía Masónica.
Ninguna obra Gloriosa desde los tiempos primigenios se ha construido con
piedras pulidas y perfectas en sus cimientos. En la cimentación entran las
piedras ásperas porque asimilan mejor las sustancias aglutinantes que las
amalgaman para dar la FUERZA requerida que sostenga el Templo. Y eso lo sabían
perfectamente “los albañiles” que
construyeron la Gran Muralla China, el Imperio Inca, la Cultura Maya, el Partenón
Griego, el Puerto Romano de Ostia, los Templos milenarios de Egipto, los
Palacios de Persia, la maravilla de Petra, las Murallas de Jericó, la Comunidad
de Qumrán, el Gran Templo de Jerusalén, o los Puentes y las Catedrales
Medioevales, entre otros. Sobre los AP:.M:., que son las piedras ásperas, se
sitúan las piedras pulidas que darán BELLEZA a la obra y enseguida las piedras
perfectas que darán la SABIDURIA y el CANDOR al Templo Virtuoso que todos los
Masones estamos construyendo.
Dice Martínez Otero (2005) que no debe
confundirse entre la “piedra de fundación”
y la “piedra angular”, ambas en
relación con la que debe ser considerada la “primera piedra”. Esto se refiere a que tanto la primera piedra
de la “fundación” (es decir el cimiento de la obra) como la piedra que
finalmente corona o remata el arco ojival (es decir la ultima de la obra), ambas
son angulares. Por ello al AP:.M:., se
le coloca en el “ángulo nordeste de la base de la construcción, que es el
lugar de la primera piedra”. En ese mismo ángulo se posiciona en Logia al
recién iniciado, pues más que ninguna otra, es él la piedra fundamental o de
fundación del edificio que él mismo tiene que construir en sí. Los AP:.M:.,
por lo tanto, son la base fundamental de los edificios en la filosofía Masónica,
los principios sobre los que descansa la Obra de la Orden. En cambio, el V:.M:.
en la Logia, es la otra piedra angular, la justa y perfecta para rematar el arco
ojival de la Sabiduría y la Luz del Templo Masónico. La diferencia entre ambas
piedras angulares estriba en la “ubicación”, el “pulimento” y el
“grado de conocimiento profundo de la Masonería”; una es áspera la otra es
justa y perfecta.
Los AP:.M:. tienen claro que sus tres principales obligaciones son. 1)
SILENCIO absoluto ante el mundo profano, de lo que están oyendo, viendo y
entendiendo, y la DUDA de cuanto están asimilando, protegiendo de esta forma la máxima filosofía de la Masonería en su Educación
Universal, su Dignidad y Fortaleza de la Grandeza Humana. 2) COMBATIR las
pasiones que deshonran al hombre y practicar la caridad Evangélica socorriendo
en toda situación y lugar a sus Hermanos. 3) CUMPLIR CON LA CONSTITUCIÓN de la
muy Resp:. Gran Logia “Unida Mexicana” de LL:.AA:.MM:. para la jurisdicción
Masónica del Estado de Veracruz, y las leyes particulares que gobiernan
a la Masonería Simbólica Universal sometiéndose a lo que legalmente se
les pida en su nombre, pues jamás se les prescribirá nada indigno del Honor y
de la Virtud que proclamamos los Masones.
Como AP:.M:. aprenderán que el mejor Templo de la Verdad es el Universo
y así está simbolizada la constitución del la R:.L:.S:. También sabrán que
existen tres especies de Logias. La Logia SIMPLE constituida por Tres Masones,
un V:.M:. y dos VVig:. que se les denomina las tres luces ilustrando con sus
conocimientos. La Logia JUSTA que la conforman cinco HH:.MM:. además de los
tres anteriores dos MM:.MM:. Finalmente la Logia PERFECTA que además de todos
los anteriores incluye un Comp:. y un APRENDIZ para un total de siete.
Por lo tanto, gran distinción
significa pertenecer al Primer Grado AP:.M:. para completar una Logia PERFECTA.
No habría Logia PERFECTA sin AP:.M:.Están en la base y cimientos del Templo y
eso los Honra y los compromete. También es un privilegio Tomar Plaza en la
Columna del Norte; tienen a su izquierda el Oriente con la Luz
que les ilumina el V:.M:. y la Escuadra que les enseña lo recto, lo justo y la
superación de ideales; al frente
al Seg:.Vig:. con la Guía del
comandante que los conduce en su ruta al encuentro con la Verdad y practicando
la Virtud, y la Regla que les enseña el camino recto del deber y la distribución
de sus 24-horas; a la derecha el Occidente con el Sostén
y la Protección que les obsequia el Pri:.Vig:. con el Nivel que les
enseña la igualdad masónica y la misión de crecer todos intelectualmente. Ellos
son sus tres luces. Las mismas que decoran el Ara. Las mismas que les recuerda a
cada instante su juramento Masónico. Y los AP:.M. tienen el privilegio de Tomar
Plaza frente al Ara, en la base de un Triángulo que sin ser equilátero es
también justo y perfecto. Porque está geometrizado por los vértices de la Luz
al Oriente, de la Guía a Mediodía
y de la Protección a Occidente. Los
AP:.M:. están a Septentrión en la base de tal triángulo, justo
siguiendo el Nivel que controla el Pri:.Vig:. y que marca la Plomada que pende
del vértice del trono del comandante el Seg:.Vig:. Están
ubicados en el límite de encuentro de los dos Cubos gemelos que reunidos
conforma el volumen de la Logia toda. Por lo tanto,
estando bajo la luz, guía y protección de esta triada de luces, no pueden ni deben fallar
en su empresa.
Finalmente, los AP:.M:. están aprendiendo con el ejemplo de sus Maestros Masones y la Liturgia del Taller, que
los verdaderos Masones no dejan nunca de Aprender. El Primer Grado
acompañará toda la vida a los HH:.MM:. El “Aprendizaje”
no se abandona nunca, ni aún llegando a los máximos Honores de los Grados de
M:.M:.. Siempre se percibe que los Maestros llevan bajo el brazo el “ancestro” y la “impronta”
de AP:.M:. cuando ascienden con decoro las gradas de la Fuerza, la Belleza y la
Sabiduría (Candor) en el Templo Sagrado. Por esa enseñanza proyectada por los
MM:.MM:., si algún día el mandil del Aprendiz ya no llevase la babeta
levantada, el corazón del verdadero Masón si la llevará por siempre.
Termino
con un pensamiento personal que me acompaña desde décadas.
“Nada
gratifica más al final del camino que haber empleado la vida construyendo
verdades”
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